Por: Laura Benitez Vargas
Fotografìas por: Los Días de la Ballena y Felipe Alarcón
Si usted se considera un “desobediente” por alzar la voz cuando no está de acuerdo con algo, o tuvo tanto miedo de defenderse y se desilusionó de la vida o si simplemente, se enamoró hasta la chimba, usted tiene que verse “Los Días de la Ballena”.
Una Película que cuenta la historia de Cristina y Simón, dos jóvenes que amaban “rayar” las paredes de Medellín, mientras la ciudad y sus reglas extrañas, se empeñaba en silenciarlos.
Su directora, Catalina Arroyave, comunicadora social de EAFIT y miembro del Colectivo Rara Audiovisual, una apasionada del cine, las historias y por supuesto, de la rebeldía con justa causa; nos contó varias cositas de su vida y de esta película que pueden ver en cartelera en este momento.
¿En qué te basaste para desarrollar la historia de “Los días de la ballena”?
Hice una investigación muy grande porque quería conocer muy a fondo cuál era la situación y sabía también que si iba a hablar de unos personajes diferentes a mi, más me valía saber de quiénes estaba hablando. Entonces hablé con grafiteros, muralistas, tatuadoras, periodistas que han sido amenazados, hijos de periodistas que han sido amenazados…. Abrí un abanico grande de voces y yo ya tenía unas bases del guión que quería explorar, quería hablar sobre crecer y sobre crecer en una ciudad como Medellín, eso ya lo tenía claro, sobre la desobediencia… de no obedecer a unos, sino de no obedecer a nadie y este es una muestra del espíritu de los personajes. También tenía claro que quería representar el momento en el que estaba en mi vida y las personas que me rodeaban. Vi en el arte urbano un universo que me permitía contar lo que quería decir.
¿Tenías alguna experiencia anterior en el mundo del graffiti?
Yo tengo un amigo que es grafitero y muralista desde hace más de 10 años y me había contado más o menos como era la idea, cuando decido que esto es lo que quiero explorar para hacer la película, me doy cuenta que es un mundo muy complejo porque hay muchas reglas, no puedes pintar en los murales de otras personas porque eso te puede representar un problema , el “tag” o firma lo ponen en distintas partes de la ciudad y el que lo ponga más se vuelve el rey o la reina, los grafitis que hacen con apoyo de las entidades gubernamentales, muchas veces los borran porque sienten que son unos “vendidos”, siempre está latente una rebeldía y una desobediencia en contra del sistema. Supe también del caso de un grafitero que borró su propio muro y escribió una frase sobre la violencia del país y fue amenazado por combos, este tipo de situaciones pasan muchas veces, la calle es la expresión de lo que pasa en la ciudad, es un reflejo, se evidencia una relación muy interesante entre el grafiti como una expresión popular y quiénes te dicen en la calle qué no puedes decir. Eso manifiesta la película.
¿Cómo creaste el personaje de Cristina y qué fue lo más querías que reflejara?
El personaje de Cristina se parecía al principio más a mi, una chica que trataba de buscar su lugar en el mundo que no pertenecía a ningún contexto y que todo el tiempo tenía que pelear, pero en la medida que yo fui investigando y entendí que así como yo habían muchas mujeres que tenían experiencias similares: tatuadoras, muralistas, escritoras, Laura Tobón, la protagonista, termina de darle toda la fuerza, ella es un personaje fuerte pero que no era solo eso, y si fuera así sería un estereotipo que mostrara a una pelada que siempre estuviera bien, nadie está todo el tiempo está bien, eso es mentira, quería que las cosas le dolieran, que se sintiera vulnerable frente a su familia y la persona que le gusta. Cristina es personaje matizado que lograra identificarse con diferentes mujeres, que encontramos diferentes obstáculos.
¿Por qué es chimba ser valiente?
Yo creo que vivimos en un país en el que el miedo que nos atraviesa a todos, le tenemos a la calle, a la noche, y si es una mujer ese miedo se triplica…hay cosas que no se pueden decir, lugares a los que no puede ir, porque siempre hay alguien que se puede enojar por lo que dijiste y volverse algo más violento. Medellín viene de un contexto en el que antes te podían sacar una pistola y matarte por un altercado tonto, y es el reflejo de lo que vivimos hoy, hoy en día si pasas ciertos límites te puede costar la vida, estamos en un momento histórico muy importante en el que el miedo en ciertos escenarios no nos puede vencer, es decir, no pienso que no debamos ser cautos y medir ciertas cosas, pero me parece que hoy el miedo es una herramienta para silenciar líderes, causas valiosas, personas que necesitan hablar por comunidades enteras, entonces siento que ser valiente es chimba porque si nos sos valiente, sos capaz de cambiar no solo tus propias libertades, sino la de muchos más, y posiblemente, van a hacer que haya un entorno mejor, entonces yo creo que es muy imporante ser valiente y asociarla con un beneficio como sociedad.
¿Consideras que ser mujer en un “mundo de hombres” cómo es el cinematográfico es un acto de valentía?, ¿O hay algún cambio?
Hay un cambio definitivamente, ahora hay muchas mujeres que están dirigiendo, escribiendo y nos están prestando atención, evidentemente hay un cambio de los aspectos, de las personas que antes desconfiaban de todo, antes era como “ah, esta pelada es una boba”, “no tiene nada bueno qué decir”, “una monita ahí que no importa lo que haga”… Siento que hay un cambio de actitud, pero también me parece que hoy en día lo que deberíamos estar aspirando en todos los mundos tengan más visibilidad, no es solamente que haya mujeres sino que haya trans, queer, personas que no necesariamente se sienten identificadas con ser hombres o mujeres, sino que ya rompieron con esa binariedad y que ya están buscando espacios para la expresión, creo que no solo las mujeres deberíamos llegar a eso, que es innegable que ha costado años de lucha, pero pienso que es necesario que las voces sean múltiples, alguien en estos días me decía ¿qué pasa con el cine indígena?, ¿cine afro?, es necesario mostrar narraciones de comunidades que ni siquiera conocemos. Entonces a lo que voy es que debemos aspirar como cine y como sociedad es que realmente haya una pluralidad mucho más amplia de voces.
¿Por qué hay que ver “Los días de la ballena”?
Yo siento que hay que verla porque me parece que es un reflejo de una generación, obviamente responde a una necesidad mía como directora, pero estoy segura que hay muchas personas viendose reflejadas con lo que sucede en la película, la banda sonora es casi toda de artistas de Medellín, hay un homenaje a los graffiteros que han sido desconocidos, creo que también hay una sorpresa que genera muchas cosas, deja una puerta al misterio y eso que me parece muy bello. Además es una reflexión interesante de la ciudad y del momento que estamos viviendo y sobretodo yo siento, que es una película con la que la gente recuerda sus propias historias de amor y de desobediencia, eso me parece muy valioso, invito a todo el mundo a que vaya y la vea.
Ya saben, si quieren ver esta película, que estoy segura que moverá muchas cosas en quién lo haga, siga en instagram @losdiasdelaballena para conocer en qué salas está en cartelera.