Por: Lina Arango
#GRILLIDESAHOGO
Mis Grillis, esto que escribo no tiene tintes de comedia, es todo lo contrario, pero escribo en este grupo porque aquí me he sentido normal y creo que es lo que más valoro. Aquí siento que puedo decir lo que sea sin miedo a que me juzguen y por eso uso este medio.
Mis Grillis, esto que escribo no tiene tintes de comedia, es todo lo contrario, pero escribo en este grupo porque aquí me he sentido normal y creo que es lo que más valoro. Aquí siento que puedo decir lo que sea sin miedo a que me juzguen y por eso uso este medio.
¿Por qué no un psicólogo? porque no creo que en las salidas individuales cuando los problemas son colectivos.
Lo que me pasa es que nunca me había dado cuenta de cuán difícil es ser una mujer gata en un mundo diseñado para perros. Para ser más explícita, no me había dado cuenta de que la presión social era tan fuerte que influía hasta en el estado mental de las personas. Lo leí en un estudio que lideran neurocientíficos de una corriente muy diferente a la que nos llevó a ese cuento de la psiquiatría y las enfermedades mentales.
Esos estudios han demostrado que el cerebro es el único órgano interconectado, es decir, la sociedad y su acontecer genera cambios químicos individuales en nuestros cerebros. Lo que en resumen postula que muchas de las cosas que nos pasan, ni siquiera tienen que ver con nosotros sino con la realidad social en la que estamos inmersos.
El asunto es que en esta era de la felicidad a toda costa no podemos hablar de dolor, muerte o tristeza como si no fueran parte de la vida. Es increíble cómo buscamos a toda costa estar bien, cuando en realidad todo va mal, evadirlo no lo desaparece, lo hace más grande, pero nos está matando la soledad y yo me siento muy sola a veces. Sola porque en serio soy como una gata, no soy una mujer buena y santa, no soy bien comportadita, estoy llena de tatuajes, me pinto el pelo de colores, tengo un hijo que no fue planeado y sin marido al lado. Todo funciona en mi vida un poco al revés, soy rebelde como un hp porque no entiendo cómo se puede normalizar tanta mierda. Peleo por lo que creo que es justo, soy terca, torpe, y aveces demasiado bestia para decir las cosas, a veces más brava que una leona en celo cuando se meten con los que amo o con lo que considero una falta a mi dignidad.
Estoy llena de miedos, nunca me siento lo suficientemente buena para nada, me asusta la vida, me vuelve mierda todo muy fácil, pero parezco taaan fuerte y NO, NO ES VERDAD. Esa fue una fachada para sobrevivir en un mundo que se le hace hostil a una mujer sola, hija de nadie y sin respaldo. Me volví una fiera, aprendí a defenderme, eso no significa que me guste vivir así, significa que ya no sé vivir de otra forma. No me gusta que me den órdenes, odio que me controlen, si se me acercan demasiado corro, si corres te busco, soy un puto gato de mierda. Tierna a ratos, solo cuando YO quiera. Huyo cuando intentan atraparme, agresiva si me hieren. No obedezco ni a bala y es más odio la puta palabra sumisión, me entra en reversa, podría tragarme vivo al que sugiera que debo ser así.
Fumo marihuana porque nací a 220 en un mundo diseñado a 110. Mi puta cabeza no para y me niego a seguir tomando Rivotril. Me meto dos plones de un porro y me bajo un montón y puedo pensar con calma. CALMAAA, esa palabra tan desconocida para mí. Pago lo que sea por sentirla de cuando en vez.
Pero el mundo está diseñado para la gente obediente, para las mujeres que se callan por miedo, que adulan a sus machos solo porque al hombre hay que mantenerlo contento, para los políticamente correctos que le lamen el culo al que toca para poder vivir. Para la gente feliz, sin vicios, sin miedo. Un mundo de perros y yo soy una puta gata.
Me hago matar, literal por las injusticias, no me quedo callada aunque signifique quedarme sola o sin trabajo, sufro de honestidad brutal, no soy inteligente emocionalmente, grito por todo: felicidad, rabia, placer, etc. Digo palabrotas todo el tiempo y por todo. Parezco un “hombre” eso me han dicho siempre y yo me pregunto, ¿oíme, es que ser fuerte, valiente, seca y francota me hace ser un hombre? que me guste tatuarme, escuchar Rock and roll, andar en moto y que no me guste la ropa de niña juiciosa, me hace ser un hombre? ¿que no tenga ni puta idea de cómo se peina uno, me hace ser un hombre? ¿que prefiera trabajar que ser ama de casa, me hace un hombre? que me le enfrente al que sea me hace un hombre?
No, creo que solo me hace ser una mujer seca, grosera, rebelde, tatuada, mamá soltera, trabajadora, rockanrolera, amante de la adrenalina… UNA MUJER con unas características. No soy ni peor ni mejor que nadie, es más, soy un puto desastre, en especial hoy, entre otras cosas por que me vino y me vuelve mierda el puto síndrome premenstrual de unos años para acá. Pero de eso tampoco hablamos, como si no fuéramos un costalao de hormonas tratando de ocultarlo para que no nos digan cada que nos emputamos: ¿la tenés? HIJUEPUTA VIDA, SÍ MARICA, SÍ, LA TENGO Y NO, NO SIEMPRE QUE ME EMPUTO LA TENGO. Aunque hoy sí agrava las cosas el hecho de tener las hormonas a mil.
El punto es que a veces siento que no hay un lugar, que tener la mente abierta está mal, que creer que el amor NO puede ser poseer al otro, sino amarlo libre como es, está mal, que sentir deseos por otros manes que no sean mi esposo está mal, que decir lo que pienso está mal, que fumar porro está mal, todo está mal. Bueno tampoco pues, víctima no. Yo soy la cagada, vivir conmigo debe ser una mierda, no sé cómo ser diferente, no puedo ser diferente, me duele la puta vida de tanto en tanto, pero tanto que solo quiero meterme dentro de la tierra y llorar y llorar.
Ustedes me han hecho sentir que puedo decir esto y les doy infinitas gracias por eso.
Soy una puta gata en medio de un mundo diseñado para perros hijos de su puta madre o mejor de su puto padre porque las mamás sí que sabemos el valor de la vida o al menos a las que no nos han podido lavar el cerebro con eso de que la muerte se vale en algunos casos. No me creo el cuento de que estoy deprimida, solo veo este mundo loco y anormal y ¿me pidan que sea diferente a esa realidad?