Por: Nani Sinape
Hoy odio tener que pasar por la misma calle todos los días al trabajo y tener que aumentar el ritmo, subirle el volumen a mis audífonos y mirar al piso mientras paso al lado del acopio donde los taxistas asquerosos me miran de arriba a abajo, me dicen cosas y yo me siento diminuta.
Hoy odio tener que pedirle a mi esposo que rompa su día de pico y cédula porque me da miedo salir sola con el carrito de compras a mercar y que me roben en el camino.
Hoy odio pasar por la misma cafetería al frente de mi unidad y caminar lo más rápido que me permiten mis piernas intentando huir de las frases asquerosas que me dicen a diario los dueños del lugar.
Hoy odio no volver a ponerme faldas cortas o medias de malla, porque terminaba el día con ganas de llorar, con impotencia y con miedo de todo lo que recibí en el día, de miradas desagradables y comentarios aún más.
Hoy odio no ser capaz de decir todo lo que pienso a esos asquerosos que me dicen cosas en la calle porque me da miedo que me hagan algo peor.
Hoy odio que no me tomen con la misma seriedad para asuntos de trabajo o de mi casa, que si fuera un hombre quien lo hiciera.
Hoy odio sentirme pequeña, débil e indefensa así mi carácter no lo sea, así la mujer que he construido no lo sea.
Hoy odio sentirme reducida por las palabras de otros, las miradas de otros, y odio pensar que si fuera un hombre no pasaría por esto.
Hoy odio que hayan pasado tantos años soportando acosos y frases desagradables en la calle, que mi cerebro automáticamente las censure, sé que dicen y cómo me miran, pero mi cerebro me protege y no procesa, sólo reacciona con tristeza, con rabia, con impotencia…
Disculpen tanto odio en este post, pero hay días en que no soporto más tanto acoso, tanta presión, tanta inseguridad y sólo me pregunto ¿Cómo sería si hubiese nacido hombre? ¿Sería más segura? ¿Andaría más tranquila en la calle? ¿Podría vestirme como quisiera? ¿Podría ir a hacer las compras tranquila?
¿Podremos disfrutar lo que representa ser mujer algún día sin preocuparnos por que nos roben, nos violen, nos maten? ¿Mis futuras sobrinas, o las hijas de mis amigas podrán disfrutar de una sociedad donde no se sientan así? Dónde no tengan que aprender a caminar rápido, a evitar aglomeraciones de hombres, a tener los audífonos a todo lo que da… Dónde no tengan miedo de ser la siguiente que aparece en los anuncios como desaparecida y luego ser encontrada en algún lodazal humillada, torturada, destrozada…
Estoy agotada.